Hoy, te cuento algo sencillo que hago casi cada día y que me ayuda a parar y aquietar mi mente.
Hago un parón de un ratito, sobre todo al mediodía. Me coloco en estado contemplativo después de comer. Si estoy en el comedor de mi casa me siento en el sofá, a veces con un té o a veces sin nada entre 10 y 20 minutos. Así el cuerpo asimila el cambio de la mañana a la tarde y es consciente que pasa a otro estado y a otro momento del día. Para mí es un buen momento y me va estupendamente para aquietar la mente, parar los quehaceres y relajarme.
No siempre es posible hacerlo en mi casa o no siempre puedo hacerlo. Pero no pasa nada. Sigo con el día y escucho mi cuerpo que lo nota.
¿Me cuentas qué haces para aquietar tu mente durante el día?
¡Te leo!

¿Necesitas ayuda?
Venga, escríbeme y reserva tu hora.
Y yo, te acompaño a vivir tu vida con mayor conexión y plenitud, siendo TÚ la persona protagonista de tu vida.