¿Sabes qué es la caminata de gato?

Cuando voy a realizar un masaje, me preparo física y emocionalmente para pasar a la acción de acompañar.

Entro en conexión conmigo misma, y me escucho para saber hasta dónde estoy dispuesta y disponible para entregarme en el masaje.

Luego llegas tú a la sala, me presento y te ubico en el espacio. Te cuento en qué consiste el masaje, por si no sabes de qué va, y entonces llega tu turno. Me cuentas un poquito sobre ti, y me dices la necesidad por la cual quieres recibir el masaje.

Nos escuchamos las dos, y entramos en sintonía. Tú ya te encuentras en la camilla, y yo te deseo un buen viaje. Inicio con mi ritual de bienvenida y sigo con la “caminata de gato”.

Es una técnica que se utiliza normalmente al inicio de cada sesión en el masaje californiano para preparar al cuerpo. Preparar al cuerpo para acompañarlo durante el viaje envolvente del masaje. Es una manera para mí de entrar en contacto con tu cuerpo y para ti con mis manos. Entramos en una meditación conjunta de escucha y relajación. La caminata de gato es sutil, y a la vez intensa. Es sutil porque son movimientos suaves y silenciosos, como los andares de un gato, e intensos por la presión que ejerzo para abrir tu cuerpo, es decir es como si tratara de despegar los músculos de los huesos. Imagínate un gato caminando por tu cuerpo, pero no es un gato, soy yo, de ahí que ejerza presión sobre ti.

Cuando recibí mi primer masaje californiano por las manos de María Inés, no tenía muy claro cómo era el masaje. No conocía la caminata de gato, ni otras técnicas específicas de este. He de decir que solo con la caminata de gato ya me fui de viaje y mi cuerpo, aunque al principio se resistía a relajarse, fue entrando de a poquito. Primero soltando tensión acompañándome de la respiración y poco a poco fui conectando con las ¡¡múltiples!! manos de la masajista. Digo múltiples, porque la sensación fue esa, mi cabeza dejo de controlar y me entregué a la experiencia de ser tocada con intención y presencia. Un masaje acogedor en dónde las emociones salieron y Mª Inés me acompaño con su dulzura, como siempre antes había hecho en las sesiones de terapia individual.

Y después de la caminata de gato, se sigue en profundidad con la siguiente parte del masaje, que según vaya respondiendo tu cuerpo, será diferente para cada momento y sesión.

Mi profe dice que una caminata de gato bien hecha ya en sí misma es un masaje.

Si quieres probar un de masaje californiano, puedes ponerte en contacto conmigo en el 659 758 249 para reservar tu cita.