Cuando recibí mi primer masaje californiano de las manos de María Inés no tenía muy claro cómo era el masaje.
No conocía la caminata de gato, ni otras técnicas específicas de este. He de decir que solo con la caminata de gato ya me fui de viaje y mi cuerpo, aunque al principio se resistía a relajarse, fue entrando de a poquito. Primero soltando tensión acompañándome de la respiración y poco a poco fui conectando con las ¡¡múltiples!! manos de la masajista. Digo múltiples, porque la sensación fue esa, mi cabeza dejó de controlar y me entregué a la experiencia de ser tocada con intención y presencia. Un masaje acogedor en donde las emociones salieron y Mª Inés me acompañó con su dulzura, como siempre antes había hecho en las sesiones de terapia individual.
Para mí recibir un masaje californiano es aquietar mi mente, parar y conectar con mi cuerpo. Aflojar mi cuerpo de tensiones tanto musculares como emocionales. A partir de ahí, bienvenidas son todas las emociones y sensaciones que se me van presentando.
Si recibes un masaje Californiano, piensa que siempre va a ser beneficioso para ti. Es un masaje muy cuidadoso, en donde vas a estar siempre acompañada@ des un lugar muy consciente, respetuoso y presente. Cualquier sensación o emoción que aflore estoy para acompañarte a sostener, transitar o transformar.
Si quieres vivir una experiencia así, ponte en contacto conmigo y te informo. No lo dudes, ¡ahora es un buen momento!

¿Necesitas ayuda?
Venga, escríbeme y reserva tu hora.
Y yo, te acompaño a vivir tu vida con mayor conexión y plenitud, siendo TÚ la persona protagonista de tu vida.