Hace 3 años dejé mi trabajo estable como educadora social y con un sueldo de 2000€ mensuales. Cagada de miedo, por creencias limitantes, entré al despacho de mi directora, y le lancé mi decisión.
Una vez lo comuniqué, el mundo siguió su curso y yo me liberé. Me sentí feliz y orgullosa de mí misma. Pude traspasar mis creencias limitantes, y con ello mi miedo. Lloré de alegría cuando se lo comuniqué a mis compañeros. El miedo me conectó con mi objetivo y deseo de dejar mi trabajo y me impulsó al cambio. En definitiva, me hizo pasar a la acción y me activó para tomar decisiones importantes en mi vida.
El miedo nos ayuda a sobrevivir y a tomar decisiones delante de un peligro ya que nos pone en alerta. Sin el miedo seríamos muy temerarios y pondríamos en peligro nuestra vida. La prudencia es una actitud sana para gestionar el miedo porque es un equilibrio entre la temeridad y la paralización que puede producir el miedo.
En conclusión, el miedo nos guía hacía retos que debemos afrontar para nuestra completitud.
Y a ti, ¿el miedo te paraliza o te hace pasar a la acción?
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Y yo, te acompaño a vivir tu vida con mayor conexión y plenitud, siendo TÚ la persona protagonista de tu vida.
¿Por qué tenemos miedo? Leer más »